Una de las sorpresas más desagradables que se puede encontrar un
autor de
un libro impreso es que su contenido haya sido copiado, plagiado. Cualquier obra desde el momento en que se
escribe está protegida por los
derechos de autor y, por tanto, el
autor tendrá que defenderse frente a estos ataques.
En caso de que se haya producido un plagio, primeramente, el
autor ha de reunir todas las pruebas de la autoría de su
libro impreso, tener algo que demuestre que es el
autor. En el caso de un
libro impreso, puede ser una prueba que dicha obra haya sido inscrita en el
Registro de la Propiedad Intelectual.
Por otra parte, también existen licencias como
Safe Creative (
https://www.safecreative.org/) que reconocen el
derecho de autor y permiten compartir la obra. Se trata de una plataforma de registro, información y
gestión de propiedad intelectual y al registrar
un libro nos protege su
propiedad intelectual. Su alta básica es gratis.
Seguidamente, es imprescindible recopilar las pruebas del plagio de
tu libro impreso, antes de que desaparezca la evidencia del delito. Puede ser una copia del
libro impreso o si el contenido está en internet existe una página como la de
Safe Stamper (
http://safestamper.com) que te permite certificar el contenido publicado en internet, antes de que el plagiador lo elimine.
Una vez cerciorados de la autoría de nuestra obra y de las pruebas en contra del plagiador, es conveniente, de forma amistosa, ponerse en contacto con éste para avisarle del plagio, pedir explicaciones y, en su caso, que retiren el contenido de la obra, nos indemnizen, etc.
En caso de no llegar a una solución amistosa y, siempre como última solución, se puede acudir a un proceso penal o civil. Con la resolución judicial puedes conseguir que el Juez o Tribunal te reconoza como autor de un libro copiado y, si es así, solicitar una indemnización por los daños ocasionados y pedir la retirada del libro impreso del mercado. Por otra parte, si acudes a la vía penal, al autor condenado por plagio le pueden llegar a imponer penas de prisión y multas por vulnerar los derechos de propiedad intelectual, de acuerdo con el Código penal.
En conclusión, siempre es positivo que alguien se inspire en tu libro impreso pero sí es una burda copia hay que actuar y defender tus derechos como autor.
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