¿Te gustaría ver
tu libro impreso en una librería de un centro comercial o en la estantería de una popular
librería? Esto es posible gracias a la
distribuidora de libros que trabajan con este tipo de puntos de venta, pero
distribuir tu libro no te va a salir gratis.
Si contratas a una distribuidora tradicional esta se llevará un alto porcentaje del libro. La cifra que reciba la distribuidora pondría rondar entre el 25% y el 35% del PVP del libro. A todo esto hay que sumarle el porcentaje que se lleva la librería, que puede variar entre el 30% y el 35%, siempre que no sea un gran centro comercial.
Por tanto, si se contrata la distribución de los libros impresos, además de la comisión de la comisión de la librería y sumados los costes de edición, impresión, etc. los beneficios se reducen muchísimo, y tampoco es cuestión de no ganar casi nada de la venta de tu libro.
Es por ello, que el editor ha de valorar si vale la pena o no contratar una distribuidora de libros o tal vez es mejor intentar distribuirlos uno mismo a las librerías, si éstas aceptan trabajar sin distribuidora.
Por otra parte, si bien es cierto que con la
impresión digital de libros se
imprimen tiradas cortas, la distribuidora, por regla general, va a fijar la entrega de un número mínimo de ejemplares, la mayoría de las cuales van a quedar en depósito en su almacén, y esa cantidad de ejemplares no suele bajar de 100 / 500
libros impresos en muchos casos.
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